jueves, 27 de septiembre de 2012

Aposté todo por ti y lo perdí

“Siempre hay un momento en que el camino se bifurca, cada uno toma una dirección pensando que los caminos se volverán a unir, desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña. No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, al final estará ella, pero al final solo ocurre una cosa. Llega el puto invierno.”

Te fuiste, y no te diste cuenta de lo que me estabas haciendo, no te dabas cuenta de que yo iba a estar ahí esperando a que volvieras, tenía la esperanza de que te dieras cuenta de que nunca ibas a encontrar a nadie que te quisiera tanto como yo, de que de verdad me querías. Pero pasaba el tiempo y tú seguías sin aparecer, seguías en tu camino, decidió a tirar para adelante, sin acordarte de mí, de todo aquello que pasamos juntos. Todos los días recordaba cada abrazo, cada beso, cada sonrisa. Eras el motivo por el que me pasaba toda la noche llorando. No sabes lo que es echar de menos a la persona que te ha dado la vida, no tienes ni puta idea de lo que es que esa persona por la que lo has dado todo se vaya, se separe de tu camino.

miércoles, 26 de septiembre de 2012


-¿Me das un beso? 
+ ¿Sólo uno?
-Dos si te quedas un rato. 
+Tres y me quedo hasta mañana. 
-Cuatro y te quedas para siempre~

Me sacaste esa sonrisa de niña pequeña, y me enamoraste como a una idiota

Hay veces que pienso que soy una puta gilipollas, ¿Cómo pude caer tan fácilmente? Tenía claro que no me quería enamorar de ti. Me lo dijeron, me dijeron que no me pillara por ti, porque iba a sufrir. Pero es algo inevitable, algo que surge así por que si, sin que ni siquiera te des cuenta. Crees que lo tienes controlado que no va a llegar a más y cuando te das cuenta estas escribiendo su nombre en un cacho de papel, cuando te paras a pensarlo has estado toda la mañana escribiendo frases en tu  agenda dirigidas a él.

martes, 25 de septiembre de 2012

Si, yo también soy adicta a los besos bajo la lluvia.


Hoy ha sido una de esas tardes en las que me gusta quedarme en casa, mirando por la ventana, viendo como la lluvia va cayendo, y en el suelo, en la cuesta que se ve desde mi ventana va resbalando poco a poco hasta llegar al final. Si, hoy ha sido de ese tipo de días en los que me gusta pegarme a la ventana, notar el frio de la calle, el frio que me da la ventana y cerrar los ojos, pensar que estas ahí a mi lado, abrazándome, que estamos los dos juntos ahí fuera, en medio de toda aquella lluvia y que, de repente, me das un beso y mientras, me vayas abrazando mas fuerte, hasta que note como tu corazón y el mío palpitan al mismo ritmo, que te desabroches la chaqueta y yo me meta dentro contigo. Pero de repente abro los ojos y me doy cuenta de que no estás, de que estoy detrás de la ventana y que sin que me diera cuenta haya empañado los cristales al respirar, y sin querer, escribo tu nombre en ellos.

¿Enamorarse?

Puede parecer de tontos, sabes que vas a sufrir, pero aun así lo haces, no puedes evitarlo, es algo que no piensas, que sientes, no puedes decir que no te vas a enamorar nunca para no sufrir, porque llegara alguien que te hará sonreír, que consiga sacarte esa sonrisa de niña pequeña, que haga que te olvides de todo lo demás. Empezaras pensando en él como esa persona que hace que te lo pases tan bien, hasta que acabas enamorada hasta las cejas de él. Que todo, si todo, sin que quede nada olvidado, te guste, hasta el mayor de sus defectos, el que nadie soporta o el que a nadie le gusta. Te perderás en cualquier rincón de tu mente, imaginaras que estas con él, y dejaras de prestar atención, de darte cuenta de las cosas, estas a gusto en tu mundo, ya que es donde puedes estar a su lado, puedes abrazarle... Y cuando estas con él sientes como si volaras, como si no tu vieras los pies en la tierra, como si hubieras viajado a otro planeta, un lugar en el que solo estáis los dos, sin nadie por el medio molestando. 

domingo, 23 de septiembre de 2012

Dejaste de ser el motivo de mi sonrisa

Al fin te vi, necesitaba hacerlo, necesitaba saber si aún seguía sintiendo algo por ti cuando te veía. Y no, no pasó nada, no sentí nada. No me entraron ganas de levantarme para abrazarte, no, nada de eso, fue como un vacío, como que todo se había ido, al fin, todo había desaparecido, se acabo eso de llorar por ti todas las noches, se acabo eso de estar mal días enteros porque te echo de menos. Fuiste como otro más, pero también diferente a los demás. Y aun que no sintiera nada al verte, me recordaba a cuando sí que lo sentía a cuando hubiera matado por poder salir corriendo para abrazarte, por agarrarte cuando te ibas y darte un beso. Cuando todos nos íbamos tú te quedaste allí solo, terminando tu cigarro y no me entraron ganas de quedarme allí, contigo, esperando a que te fueras, para que no estuvieras tu solo.


sábado, 22 de septiembre de 2012

Come back


Estoy como en el extremo de un precipicio, no sé si caer o seguir adelante. He intentado olvidarme de ti miles de veces y nada, parecía como que estuvieras cómodo ahí metido en mi cabeza, haciéndome daño. Hasta que llega alguien que lo consigue, que hace que sonría como lo hacía contigo, con cada bobada que me decías, consigue que te deje atrás en el pasado, que te meta en aquella cajita en la que guardo mis mejores recuerdos. Pero ahora, después de haberte dejado atrás me paro a pensar que siempre dicen que nunca se vuelve a sentir lo mismo, que las cosas solo ocurren una vez en la vida… Yo era feliz a tu lado, si, demasiado, pero te fuiste, te separaste de mi, y yo no veía que tuvieras intención de volver. Y después de que yo te dejara atrás, de que siguiera caminando sin ti, echaste a correr, viniste detrás mío, y ahora estas intentado que vuelva, que no te abandone, yo tenía todo en su sitio, sabía lo que hacía y cogiste y desordenaste todo en mi cabeza otra vez.

viernes, 21 de septiembre de 2012

~


Si me rendí, si lo sé, rendirse es de débiles, de gente que no sabe luchar, o que le da miedo la batalla final. ¿Pero cuánto tiempo más tenía que estar soportando eso? ¿Hasta que tu te cansaras de andar con diferentes chicas? Que aun que parezca que no, todo aquello que hiciste me destruyó por dentro, traspasaste mi muralla, mi muro de defensa, lo rompiste, no dejaste ni rastro de él, y entraste como si todo fuera tuyo y lo destruiste todo como los soldados de Troya, si igual, ¿Qué fácil no? Y después te vas, y me dejas allí en medio de aquella nada que creaste, de aquel vacio, me sobraba aire, me faltabas tu, tu calor. Me dejaste sola, y me toco reconstruir ladrillo a ladrillo aquella muralla, y al fin termine, y tú te quedaste al otro lado. Intente millones de veces olvidarme de ti, y no lo conseguí, pero recordé que todavía mi muralla no estaba terminada, que aun estabas allí observando como yo te echaba de menos.

Y es que el primer amor nunca se olvida~

Hace tiempo que no pienso en tu sonrisa, hace tiempo que mi felicidad ya no depende de la tuya. Cuando recuerdo los momentos en los que estaba contigo no puedo evitarlo, pero de mi sale una sonrisa, se que entonces era feliz, que me importabas y que eras una de las mejores cosas de mi vida. Pero también recuerdo las noches que me pasaba llorando por ti, y recuerdo lo que sentía, y de alguna manera, me da la impresión de que sigues ahí, pegado a mí. Sé que nunca me olvidare completamente de ti, que aun que lo parezca, un pedacito de aquello que sentí por ti sigue ahí pegado con pegamento extrafuerte y no se va a ir nunca.

Creo que ya está claro, sabes cómo hacerme sonreír. Pero tengo miedo, tengo miedo a enamorarme de ti, y que tu no lo hagas de mi, a volver a empezar otra vez, a volver a pasarme noches enteras llorando. Si, es cierto que me hiciste sonreír, como lo hacía él, conseguiste que cuando hablaba contigo lo sacara de mi cabeza, dejara de pensar en él, aun que solo fueran cinco segundos. Y poco a poco has ido consiguiendo que me vaya olvidando de él, de su sonrisa, de su forma de ser, y sin que me diera cuenta la fuiste sustituyendo por la tuya.

Lo siento, puede que pienses que te he fallado, pero recuerda todas las veces que tú me fallaste a mí, recuerda todas aquellas veces que me pase horas llorando por ti.

.

Sin que yo me diera cuenta tú te fuiste quedando atrás, en el pasado, y yo seguí caminando sin ti. Sé que fue duro, si, lo admito, fue como pasar un invierno si calefacción, sin notar el calor, solo frio. Tenía miedo a olvidarte y que luego llegaras y me volvieras a soltar un te quiero y ahí perder la oportunidad de volver a ser feliz a tu lado. Pero continué adelante, seguí caminando, y creo que ya no estás ahí, ya no siento lo mismo que antes.  Ya no escucho música y me quedo dormida creando una historia en la que tú y yo somos felices, ya no estás en mi mundo de fantasía. Ya no me paso toda la noche llorando porque no te tengo, porque no puedo decirte un “te quiero”, porque sé que tu no me contestaras con un “yo a ti también”. Ya no te necesito para ser feliz, ya que parece que solo sabes hacerme sufrir. He dejado de crearme esperanzas de que volverás, porque me canse de acabar siempre llorando.

jueves, 20 de septiembre de 2012

I gave

Y me pregunto que pasara ahora que has perdido a la persona que aun que no te dieras cuenta te defendía, esa persona que hubiera dado su vida por ti, la que le hubiera partido la cara a cualquier gilipollas que se hubiera metido contigo. Que harás ahora que me rendí, me canse de buscarte, de esperarte, de llorar por ti. ¿Me echaras de menos?

Con F de felicidad


Felicidad, sí, eso que sientes cuando sonríes de verdad, cuando en tu cabeza no hay nada más que cosas que sin que te des cuenta dibujan una sonrisa en tu cara, que eres capaz de tirarte horas igual; cuando buscas cualquier tontería para poder reírte. Sabes a lo que me refiero ¿no? Sí, eso que hace tiempo me robaste, y que al fin te dio por devolvérmelo. Llevaba tanto tiempo dependiendo te ti para poder ser feliz que casi no me acordaba de cómo era el ser feliz por una misma, sin depender de nadie. Pero ya se acabo, ya puedo ser feliz por mí misma, ya no dependo de ti.

Ya no necesito tu sonrisa


Cada día pienso menos en ti, cuando me voy a dormir ya no me paso media hora soñando lo perfecto que era cuando estábamos juntos, ya no sueño con el día en el que vuelvas diciéndome que me quieres. Sé que prometí que te querría para siempre, pero aun no he roto mi promesa, se que aun te quiero, puede que no tanto como antes, porque me canse de darlo todo por ti, de apostar aun sabiendo que tenía todas las de perder y acabar en la cama llorando. Aun que aun me aparece aquel nudo en la garganta cada vez que te veo abrazado a otra chica, y sé que esa es una señal, algo que me dice que aun te sigo queriendo, pero también sé que tarde o temprano acabara desapareciendo, acabaras siendo uno más en el mundo. Pero, siempre seré yo la persona que más te ha podido llegar a querer, y cuando lo recuerdes te arrepentirás de haberme dejado ir.


Inseguridad, si creo que esa es la palabra que busco, eso es en lo que estoy metida en estos momentos. Es como si una simple palabra, un simple sentimiento fuera como un enorme agujero del que no puedes salir. Llevo mucho tiempo enamorada de ti, creo que ya ni lo recuerdo, ¿dos años quizás? Sí, creo que era eso. Es tanto tiempo soñando con estar a tu lado, con que al despertarme este abrazada a ti, y que me mires y me sueltes un “buenos días, princesa” como en las películas. Todas, si, todas, y cada una de las noches pensaba en ti antes de dormirme, me trasladaba a mi mundo, a aquel pequeño lugar en el que tu y yo estábamos juntos. Y después de tanto tiempo tú hiciste mi sueño realidad, aquel sueño por el que corría detrás de los abuelitos para pedirte en mi deseo. Y ¿sabes una cosa? Aun pasado todo el tiempo que he pasado tanto contigo, como sin ti, aun recuerdo todo lo que me decías, todo por lo que yo sonreía como una tonta. Pero no se qué paso, todo se fue, todas las risas y todos aquellos te quiero se fueron en un puto mensaje, fue como cuando apagas la luz por la noche, que todo se vuelve oscuro, que te pierdes hasta en tu propia habitación. Y ahora no sé ni lo que siento por ti, no sé si aun sigo enamorada de ti, si de ese chico que para mí era tan perfecto, o si simplemente sigo aferrada a ti porque me encantan todos los momentos que pase a tu lado, porque solo tu supiste hacerme feliz de aquella manera.


-


Lo sé, si lo admito, y lo siento, no debería de hacer promesas de ese tipo. Sé que fue tan solo hace unas semanas o quizás un mes cuando prometí que siempre te iba a querer, cuando te dije que nunca iba a conseguir olvidarme de ti, porque tú conseguiste hacerme feliz de esa manera que yo creía que nunca volvería a serlo. Para mí solo existías tu, tú eras el protagonista de mi cuento, de mi vida, eras como el personaje principal de una película, el más importante; pero apareció alguien, así, de la nada, como si hubiera venido a sacarme de allí, de aquella habitación que estaba llena de fotos tuyas, de recuerdos tuyos. Una persona que me entendía, que sabía lo que era sufrir por alguien que no te quiere de la misma manera, que me hizo sonreír como lo hacías tu. Y poco a poco empezaste a convertirte en otro más, a quedarte en mi pasado, como si te hubieras atado a él, como si te hubieras cansado de caminar y te hubieras parado y yo hubiera seguido adelante.  Dicen que cada mujer derrocha determinadas lagrimas por un hombre, quizás yo ya haya llegado a mi tope.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Convertiste un sueño en millones de lágrimas

Recuerdo las noches que me pasaba llorando por ti, por que echaba de menos que me abrazaras o que me susurraras un te quiero al oído y que abrazaba a mi peluche para consolarme. Si, aun recuerdo aquel día de verano, esa noche en la que te envié aquel privado, diciéndote todo lo que sentía por ti, y que aun sabiendo tu respuesta, me puse a llorar cuando la leí. Por un momento llegue a pensar que aun te gustaba, que aun me querías, pero poco a poco me fuiste demostrando que me equivocaba. Pero yo seguía soñando, seguía teniendo la esperanza de que llegara el invierno otra vez, de que volviera a empezar diciembre, que hiciera frio, y que llegaras tu y me soltaras un te quiero y que a los días después me abrazaras cuando estaba helada de frio. Pero esa ilusión se fue haciendo más pequeña, se hizo como una bombilla, que cuando lleva mucho tiempo usándose empieza a perder su brillo.
Nadie merece tus lagrimas, y quien las merezca no te hará llorar