Creo que ya está claro, sabes cómo hacerme sonreír. Pero
tengo miedo, tengo miedo a enamorarme de ti, y que tu no lo hagas de mi, a
volver a empezar otra vez, a volver a pasarme noches enteras llorando. Si, es cierto que me
hiciste sonreír, como lo hacía él, conseguiste que cuando hablaba
contigo lo sacara de mi cabeza, dejara de pensar en él, aun que solo fueran
cinco segundos. Y poco a poco has ido consiguiendo que me vaya olvidando de él,
de su sonrisa, de su forma de ser, y sin que me diera cuenta la fuiste
sustituyendo por la tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario