A veces querría ser
invisible, para que nadie pudiera ver donde estoy, o lo que estoy haciendo.
Para poder escaparme, para hacer lo
que me diera la gana. En ocasiones siento que estoy encerrada, aun que este en
la calle, pero es que si no es contigo
no estoy a gusto. Empiezo a imaginar que estas ahí, a mi lado, que me abrazas, y me besas, que vamos por la
calle agarrados de la mano. Empiezo a ir cada vez más lejos, hasta llegar a
ti, hasta empezar a vivir en mi mente todos los momentos que hemos pasado
juntos, aun que hayan sido pocos, es como si hubieran sido millones. Estoy
fuera, fuera del mundo, de todo lo que me rodea, y de repente ella, me dice eh
que te has empanado, y vuelvo, vuelvo a donde estaba al principio, donde en
realidad estoy, y de repente, esa sonrisa dibujada en mi cara, se borra,
desaparece, como por arte de magia. Tú no estás, no puedo abrazarte, y me doy
cuenta de que no puedo sonreír, que ni la bobada más grande conseguiría sacarme una
verdadera sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario