30 de Octubre, 8:15 de la mañana, el mismo camino, el
recorrido de siempre, las mismas personas, hace
frío, pero no es un frío cualquiera, es un frío de que sobra aire, de
vacío, de falta de calor, de que tú no
estás. Y comienza el día, con el vacío
que se crea cuando me alejo de ti, toca levantarse, dejar todos esos
sueños bien guardados, hasta que vuelva a ser de noche y los pueda sacar otra
vez, abrazarme a la almohada una vez más, pensando que eres tú, pero no es lo
mismo, nada se compara con tus abrazos. Otra vez, vuelta a lo mismo de
siempre, a echarte de menos cada
segundo que paso sin verte, a tener que aguantarme esas jodidas ganas de salir
corriendo, de ir a verte. Pensar
que no te tengo, que estas demasiado lejos, que tendré que esperar días para poder abrazarte y tragar saliva, tragarme las putas lágrimas. Un día más
contando los kilómetros que nos separan,
esperando a que tu nombre aparezca entre la lista de conectados para poder
hablar contigo. Y es que yo quemaría cada
cartel que marca la distancia entre tú y
yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario