Lo admito, si. Soy adicta a tu sonrisa, a tu forma de
decirme que me quieres, y que entre beso y beso solo haya espacio para un “no, yo más”. Adicta a que me beses y de repente me cojas, a echarme a tu lado
para ver una película y que no me dejes verla porque no pares de besarme y de
abrazarme. Adicta al chocolate, pero
más si lo comparto contigo, a las noches en vela para poder hablar contigo. Adicta a tumbarme en la hierba a contar
las estrellas y acabar contando tus lunares. Adicta a los besos bajo la lluvia, pero de los tuyos. Adicta a los “buenos días mi princesa”
pero solo sin son tuyos. Adicta a
las cosquillas, si eres tú el que me has hace. Adicta a que me agarres de la mano y tires de mi hacia ti diciendo
“anda pa’qui” como solo tú sabes decirlo, a que me llames galana, y que no
pueda aguantarme la risa. Adicta a
cada momento que pasamos juntos. Adicta
a tu olor, a pasar frío, si estas tu para abrazarme. Adicta a tu manera de ser, a esa que me enamora todos los días. Adicta a dormir abrazada a ti. Adicta a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario