París, si París, la ciudad
del amor, con su Torre Eiffel, con sus luces. Esa fue la ciudad a la que
decidimos escaparnos, a vivir juntos, para poder estar solos, sin nadie de por
medio. ¿No sería perfecto? Tú, yo y
París. Recorrernos la ciudad entera dados de la mano, que me lleves a la
Torre Eiffel. Llegar al hotel, quedarme dormida en el sofá, viendo una película
y que tú me cojas y me lleves a dormir, que me abraces y que al día siguiente
me lleves el desayuno a la cama que te eches a mi lado y desayunes conmigo. ¡ZAS! Abro los ojos y me doy cuenta de
que todo ha sido un sueño, que no estamos en París, que yo estoy en Zamora y tú
estas allí, tan lejos.
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