martes, 27 de noviembre de 2012

Como un cuatro pero con forma de silla


Eres feliz, sientes que tu vida es perfecta. Hasta que ocurren cosas que te marcan, que te hacen una herida que se va a quedar ahí para siempre, una herida profunda, de esas que no se curan, que es imposible, reemplazar a esa persona que la ha creado, que te falta. Piensas que nunca mas podrás llegar a sonreír como lo hacías antes, cuando estaba él, que no llegaras al punto máximo de felicidad, que para ti es como si ese punto ya no existiera. Y de repente llega alguien que hace que cambies de opinión, que consigue sacarte una sonrisa todos los días, y cada día más grande, más real. Hasta que te das cuenta de que te has enamorado, que has caído, es algo diferente, extraño, algo que nunca habías sentido, no sabes cómo será, si será fácil o difícil, si será doloroso o no. Solo sabes que no puedes sacártelo de la cabeza, que su sonrisa es como una imagen grabada en tu cabeza que no para de reproducirse, una y otra vez. Que empiezas a necesitarle, tanto como necesitas respirar. Cada noche antes de dormirte cierras los ojos y piensas que está a tu lado, que te abraza y te llama “pequeña” o “princesa” que te repite una y otra vez lo importante que eres para él. Y los días se hacen más llevaderos, más fáciles de soportar. Te han enseñado a sonreír después del dolor, a olvidar que ese dolor está ahí y ser feliz, a que por muchas lágrimas que derroches él no va a volver, nunca más. Entonces ocurre, esa persona que no conseguías sacar de tu mente, convierte un día normal en uno de los más importantes de tu vida, entonces ahí es cuando la felicidad vuelve a su punto de partida, a su tope. Pero pasado un tiempo y sin ningún motivo se va, y vuelves otra vez a tu agujero, pero esta vez, el agujero es diferente, ahora sabes más sobre la vida, ahora sabes lo que es ser derrotada en el amor, sabes lo que es llorar por alguien que ni si quiera piensa en ti. Pasa el tiempo y él aun sigue ahí metido, en tu cabeza, sin intención ninguna de salir. Intentas olvidarlo de mil maneras diferente, ya no sabes cómo conseguir dejar atrás todo aquello, has terminado la lista de ideas. Y sin querer llega alguien, una persona que no habías visto nunca, y te fijas en él, sin querer, tus ojos te llevan a él, le miras, y piensas, que ese podría ser tu estilo de chico perfecto. Todo empieza en un juego, pero sin darte cuenta cuando hablas con él dejas de pensar en aquel chico por el que te pasaste horas llorando, te devuelve la sonrisa que ya dabas por perdida, te hace sentir como una princesa, perfecta. Es como volver a sentir lo mismo, pero esta vez ya lo conoces todo. Te vuelves a enamorar, pero es diferente, le amas, pero tienes miedo a volver a caer, a fiarte demasiado, a confiarle demasiado a esa persona y luego quedarte tú sin nada.

Sentir que vuelas sin levantar los pies del suelo

Sentir el aire en tu cara, despeinarte, sentir el frío, la lluvia, la velocidad, que el tiempo pasa rápido, olvidarte de todo lo que vas dejando por el camino, como subirte a una montaña rusa, una mezcla entre felicidad y miedo. Felicidad porque no te da tiempo a pensar, porque cuando un pensamiento aparece en tu mente desaparece rápidamente, sin que te des cuenta de que ha estado ahí. Miedo a caer, a hacerte daño, a rasparte las rodillas como cuando eras pequeña, pero diferente, esto es más peligroso. Todo recto, sin ningún desvío, sin posibilidad de equivocación, y de repente curvas, rotondas, aparece tu miedo, si tu miedo a resbalar, caer y no poderte levantar, pero nada, todo sale bien, sin ningún percance, y de repente, algo inesperado, se te cruza alguien, y te caes, intentas evitarlo poniendo los pies en el suelo, pero te resbalas y te caes, y cuando reaccionas apoyas las manos en el suelo y te levantas, sin raspones, solo un pequeño moratón.
¿No te recuerda a algo? Si, a la vida, a tu propia vida. Tienes miedo de tomar decisiones por si fallas, tienes miedo a equivocarte. Tener todos tus planes organizados, saber con quién quieres compartir tu tiempo, por quien darías tu vida y de repente, llega alguien que te lo descoloca todo, que te hace cambiar algunas decisiones ya tomadas, quien hace que tengas que reorganizar todo tu futuro, pero con un nuevo dato, él

lunes, 19 de noviembre de 2012

"Eres mi marca de heroína perfecta"


No quiero a alguien que me llame princesa, que por las noches me deje dormir apoyada en su pecho, quiero a alguien que me llame “mi princesa” y que si me apoyo en su pecho me diga que me apoye en la almohada, para que pueda mirarme mientras duermo. No quiero a alguien que se quede toda la noche en vela, para poder ver como duermo, que siempre me estés diciendo cosas bonitas, que me saquen una sonrisa, quiero a alguien que me diga que no va a poder dormir toda la noche si yo estoy a su lado y que al final se duerma antes que yo, que me diga cosas que hagan que parezca que no le importo y que yo finja que me enfado y venga detrás de mí y me abrace por detrás. No quiero a alguien que solo viva en el presente y que no piense en su futuro, en lo que quiere hacer, quiero a alguien que me diga que cuando sea mayor nos iremos a vivir juntos, que viajaremos a París. No quiero a alguien que cuando me vea venga y me abrace, que me suelte cuando tengo que irme, quiero a alguien que se quede quieto cuando me ve, que me salude con un hola, y que poco después se acerque y me dé un abrazo, que cuando le diga que me tengo que ir me abrace más fuerte y me diga que no quiere dejarme marchar. No quiero a alguien que me suba en un bordillo para que sea igual de alta que él, quiero a alguien que cuando me suba en un bordillo me coja y me baje. No quiero a alguien normal y corriente, yo te quiero a ti.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Igual que poner el cielo en el suelo

Como caminar con las manos, como cuando giras la cabeza y ves el mundo al revés, igual que el sol después de la lluvia. Descolocar las palabras dichas, borrando algunas de ellas, se acaban las lágrimas, y sin querer aparece una sonrisa. Empiezo a recogerlo todo, rápido, sin perder el tiempo, preparando las cosas para marchar, para poder verte cuanto antes. Y es que esta vez ha sido diferente, pensé que podría aguantar sin verte como otras veces, como siempre,  pero no, necesitaba tus abrazos, tu calor.

sábado, 17 de noviembre de 2012

La peor puñalada

Un último beso, un último abrazo, una última mirada, una última sonrisa, una última caricia. Adiós. Te das media vuelta, empiezas a caminar dejándole atrás, mientras el mira como te vas, te vas con una esperanza de poder verle al día siguiente. Y de repente ¡ZAS! Una puñalada, como un tortazo, un puñetazo en todo el pecho, te dicen que no, que mañana no le vas a ver, tienes ganas de llorar, de consolarte abrazando la almohada, pero hoy ni eso consigue calmar esas ganas de abrazarte, de tenerte ahí a mi lado. Y empiezan a caer las lágrimas pero nada, esa rabia de querer verte y no poder, no se va, sigue ahí, el vacío de que no estás. Abrazarme a mi peluche, pero nada, ni la canción más movida, la que más me motiva, la que consigue que me levante y me ponga a bailar como una loca, hoy no consigue nada. ¿Qué cojones pasa hoy? Nada consigue calmarme, cada vez te echo más de menos, cada segundo que pasa tengo más ganas de llorar, de pegarle a la pared, de lanzar algo y que se rompa. Y es que poco a poco te has ido convirtiendo en algo esencial para mi vida, incluso más importante que respirar.

martes, 13 de noviembre de 2012

esTUdiar

Decir, esta semana no habrá ningún tipo de distracción, no me parare a pensar en ti mientras estudio, solo está permitido hacerlo cuando no hay libros encima de mi mesa. Pero resulta imposible, tu sonrisa, tu mirada, tu forma de abrazarme, tu, no puedo sacarte de mi cabeza, necesito verte, necesito que tras una tarde de estudio llegues y me abraces, y me digas “tu puedes pequeña” Pero no, nada de eso, todo lo contrario, tú no estás, no puedo verte, y probablemente tampoco pueda hacerlo verte en mucho tiempo. Y las ganas de ti aumentan cada día mas, y no puedo retenerlas, no puedo guardarlas en esa cajita, no ya no, se salen, no entran.

Despertarme y ver tu sonrisa pegada a la mía

-No te quiero, no me gustas, es más, no te invitaría a nada, y si te vienes a dormir a mi casa, duermes en el suelo con una muñeca vieja y roñosa de almohada y con una manta pequeña y si la manta no te tapa los pies, no te quejes, no te la pienso cambiar, tú en tu vida yo en la mía.

*Sonrisa, abrazo* No, te amo, daría mi vida por ti, te pagaría hasta el último de tus caprichos. Me encantaría dormir contigo, y si los dos no podemos dormir en la misma cama, yo dormiré en el suelo, sin almohada y sin manta, te daré un beso de buenas noches, te arroparé y haré todo lo posible para que estés cómodo. Compartamos una vida
+Ya, pero yo no quiero que duermas en el suelo, no lo permitiría, dormiremos en la misma cama aun que tengamos que dormir uno encima del otro.

domingo, 11 de noviembre de 2012

El fin del mundo esta más cerca si tu vienes conmigo


Agobio, estrés, ganas de salir corriendo. Miedo, si, miedo a no verte, a no poder abrazarte, a volver otra vez sin haber podido pasar ni un segundo a tu lado, a esperar para estar contigo, pero esta vez no una semana, si no dos, mucho tiempo, demasiado. Pero de repente, empieza a sonar el móvil, con tu nombre escrito en la pantalla, salgo corriendo, esa esperanza de poder verte cada vez es más grande hasta que tú dices un “estoy aquí” entonces desaparece, esa tristeza, esas ganas irresistibles de llorar, se van, se desvanecen, como cuando quemas un papel,  ya no necesito esperanzas, porque ya es seguro, fijo, podré abrazarte, podré pasear por las calles agarrada a tu mano, podre resguardarme del frío entre tus brazos y podre irme con una sonrisa, con esa sonrisa que solo tu consigues sacarme.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Solo un escalón más, y haremos cada segundo nuestro

Comienza el estrés, se acercan las semanas de exámenes, el no tener tiempo para nada, ni si quiera para pensar en ti. El no poder encerrarme en mi habitación, ponerme los cascos y encender la música, cerrar los ojos e irme a mi mundo, donde puedo pasar cada segundo a tu lado. Se terminó eso de poder quedarme mirando fijamente por mi ventana, ver como las gotas de la lluvia se quedan en mi ventana y pensar que vienes y me abrazas por detrás, que salimos a la calle, tú me abrazas para separarme del frío, y me besas, si un beso bajo la lluvia. No, ya no puedo tirarme horas pensando en lo perfecto que sería que estuvieras ahí en esos momentos. Todo comienza a girar en torno a la concentración. Pero merece la pena, merece la pena no poder pensar en ti, fuera de rayadas, de echarte de menos, y lo mejor, que cuando todo esto acabe podré abrazarte, de verdad, podré compartir cada uno de esos días contigo, la Navidad, el frio, una excusa para poder abrazarte más fuerte, sonrisas, besos, películas, tu.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Je t'aime

Querer, es un tiempo verbal, tan solo eso. El que utiliza un niño pequeño cuando pide un juguete. La típica palabra que utiliza un chico que se quiere tirar a una tía buena. La típica mentira, con la que se ilusiona mucha gente. 

Pero no, en realidad querer es más que un simple tiempo verbal, querer es un sentimiento, una palabra hermosa si se pronuncia con sinceridad. Es la sensación de levantar los pies del suelo, sin si siquiera levantaros de verdad. Un motivo para sonreír, el sentir mariposas en el estomago, que tu felicidad dependa de la suya, sentir que darías cualquier cosa por él, que le quieres, sin confundirse, no le deseas, no simplemente te parece que esta bueno y quieres tirártelo, no es como un caramelo para los niños, es más que eso, mucho más que eso, no le quieres por encima de tu vida, él es tu vida.

"La vida es un sueño y los sueños sueños son"

París, si París, la ciudad del amor, con su Torre Eiffel, con sus luces. Esa fue la ciudad a la que decidimos escaparnos, a vivir juntos, para poder estar solos, sin nadie de por medio. ¿No sería perfecto? Tú, yo y París. Recorrernos la ciudad entera dados de la mano, que me lleves a la Torre Eiffel. Llegar al hotel, quedarme dormida en el sofá, viendo una película y que tú me cojas y me lleves a dormir, que me abraces y que al día siguiente me lleves el desayuno a la cama que te eches a mi lado y desayunes conmigo. ¡ZAS! Abro los ojos y me doy cuenta de que todo ha sido un sueño, que no estamos en París, que yo estoy en Zamora y tú estas allí, tan lejos.

Eres total adicion

Lo admito, si. Soy adicta a tu sonrisa, a tu forma de decirme que me quieres, y que entre beso y beso solo haya espacio para un “no, yo más”. Adicta a que me beses y de repente me cojas, a echarme a tu lado para ver una película y que no me dejes verla porque no pares de besarme y de abrazarme. Adicta al chocolate, pero más si lo comparto contigo, a las noches en vela para poder hablar contigo. Adicta a tumbarme en la hierba a contar las estrellas y acabar contando tus lunares. Adicta a los besos bajo la lluvia, pero de los tuyos. Adicta a los “buenos días mi princesa” pero solo sin son tuyos. Adicta a las cosquillas, si eres tú el que me has hace. Adicta a que me agarres de la mano y tires de mi hacia ti diciendo “anda pa’qui” como solo tú sabes decirlo, a que me llames galana, y que no pueda aguantarme la risa. Adicta a cada momento que pasamos juntos. Adicta a tu olor, a pasar frío, si estas tu para abrazarme. Adicta a tu manera de ser, a esa que me enamora todos los días. Adicta a dormir abrazada a ti. Adicta a ti.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Lo mismo de siempre

Ya hace mucho tiempo que no escribo, quizá sea porque se me ha terminado la inspiración, porque siempre es lo mismo. Me siento mal, vacía, que me falta algo, bueno alguien,, tengo que aguantarme las ganas de abrazarte, a veces busco el consuelo en ellas, las de siempre, las de toda la vida, las que están ahí para lo bueno y para lo malo, pero no es lo mismo, nada se compara con tus abrazos, ese beso en la frente, que me cojas y me despeines. Que me digas algo que haga que parezca que no te importo, que finja que me enfado y me vaya por el camino contrario al tuyo, y cuando me dé la vuelta tú también lo hagas y vengas a darme un abrazo. Y cuando estoy contigo, haces que no pueda dejar de sonreír, no quiera que eso se acabe, pero ocurre, llega la hora, yo me tengo que ir, y que algo en mi me diga que me ponga a caminar hacia el coche que es tarde que mi madre ya me ha llamado unas cuantas veces, pero otra parte de mi me dice que me quede ahí, abrazándote, que no me separe de ti, pero me voy, te dejo allí y yo me largo, no sales de mi cabeza en todo el camino. Y después de eso otra vez al principio, a volver a echarte de menos.

martes, 30 de octubre de 2012

.

¿Qué cojones te pasa ahora? Pensé que la tormenta ya había pasado, que ya estaba superado, que un siempre era un siempre, y que cada una de nosotras iba a poner todo lo posible de su parte para que se cumpliera. Pero ahora parece que te niegas, que no quieres seguir adelante con ese plan, me ignoras, parece como si yo no existiera para ti, como si te hubieras olvidado de que yo he sido siempre la que ha estado ahí, para todo, para hacerte sonreír y para llorar contigo, para consolarte en los peores días. Yo no te obligo a que estés conmigo, solo te pido, que si no quieres seguir a mi lado, que me lo digas, y que te vayas, que no te quedes en la línea del medio, haciéndome sufrir continuamente, que prefiero que sea como un disparo, una balada en todo el pecho, que te atraviesa, que te hace una herida profunda, pero que al final la herida se vaya cerrando, si, prefiero eso, a que estés conmigo un día, que nos riamos, nos contemos historias y que al día siguiente ¡zas! Para ti es como si hubiera desaparecido todo, incluida yo. Pero quiero que sepas una cosa, yo nunca me iré, nunca te dejare sola, porque yo te prometí un siempre, y no me gusta romper mis promesas.

Y es que estas tan cerca, pero a la vez tan lejos

30 de Octubre, 8:15 de la mañana, el mismo camino, el recorrido de siempre, las mismas personas, hace frío, pero no es un frío cualquiera, es un frío de que sobra aire, de vacío, de falta de calor, de que tú no estás. Y comienza el día, con el vacío que se crea cuando me alejo de ti, toca levantarse, dejar todos esos sueños bien guardados, hasta que vuelva a ser de noche y los pueda sacar otra vez, abrazarme a la almohada una vez más, pensando que eres tú, pero no es lo mismo, nada se compara con tus abrazos. Otra vez, vuelta a lo mismo de siempre, a echarte de menos cada segundo que paso sin verte, a tener que aguantarme esas jodidas ganas de salir corriendo, de ir a verte. Pensar que no te tengo, que estas demasiado lejos, que tendré que esperar días para poder abrazarte y tragar saliva, tragarme las putas lágrimas. Un día más contando los kilómetros que nos separan, esperando a que tu nombre aparezca entre la lista de conectados para poder hablar contigo. Y es que yo quemaría cada cartel que marca la distancia entre tú y yo.

jueves, 25 de octubre de 2012

~

“Al principio te sentarás un poco lejos de mí, en la hierba. Yo te miraré de reojo y tú no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca… Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres ya empezaré a ser feliz. A medida que avance la hora más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me angustiaré y me sentiré inquieta; ¡Descubriré el precio de la felicidad! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón… Tiene que haber ritos.”

miércoles, 24 de octubre de 2012

Quiero que me des un beso por cada kilómetro que nos separa

Esa sensación de vacío recorre todo mi cuerpo, esa sensación de que no puedo abrazarte, porque estas lejos, demasiado lejos; Esos kilómetros que nos separan, ese espacio tan grande que hay entre tú y yo, si la distancia, la puta distancia, como siempre en medio, para no variar, para hacer sufrir a personas que se quieren, que quieren estar cerca y no pueden. Hace frío, pero sin tu calor, sin rellenar ese espacio que ocupas cuando estas a mi lado, hace aun más frío. Y es que joder, yo quiero abrazarte cada día, quiero poder darte un beso de buenas noches y otro de buenos días, quiero que me muerdas en la mejilla y que se me escape una sonrisa, si sobre todo eso, quiero sonreír, todos los días, quiero que la gente sepa lo feliz que me haces, lo bien que me siento a tu lado. Quiero que cuando este triste, cuando mas te eche de menos, llegues tu y me susurres un te quiero al oído y me empieces a abrazar más fuerte. 

sábado, 20 de octubre de 2012

Y si piensas que puedes llegar de repente y querer ser lo mismo que eras antes, te equivocas.

No sé ni cómo empezar, son tantas cosas, tantos sentimientos los que quiero escribir aquí. Todo lo que pasamos juntos, y después te largas, y después de haber vuelto y haberte vuelto a largar yo intentó olvidarme de ti, y llega alguien que consigue que lo haga, que consigue que su sonrisa sea la razón de la mía, que hace que dejes de ser el centro de mi mundo. Y después de esto tú vienes y empiezas a recordarme todo lo que pasamos, ¿crees que puedes hacer eso, así sin más? Me dices que te gusto, que te de un beso, el último, sin que nadie se entere, yo te digo que no y tu insistes y empiezas a recordarme todo lo que nos queríamos, cuando nos pasábamos horas abrazados, cuando entre beso y beso lo único que cabía era una sonrisa. Intentas hacerme recapacitar, intentas conseguir que te de ese beso, de cualquier manera, es lo que quieres. Pero te piensas que puedes llegar y decirme que me quieres cuando te dé la gana y que yo voy a dejarme llevar, pero no, ya no es así, las cosas han cambiado, ya no eres mi debilidad, ya no me duermo pensando en cada momento que pasamos juntos. Te dije que yo sería la persona que más te quisiera en este mundo, y pasaste de mi, estabas con tu rollo de vividor follador, que no querías tener novia, porque pensabas que ibas a hacerme daño, pero no te diste cuenta de lo más importante, de que yo no iba a estar ahí hasta que tú te dieras cuenta de que si no estabas conmigo me perderías, de que yo me acabaría olvidando de ti, y eso es justo lo que ha pasado. Tú seguías pensando que todo seguía igual, pero no, las cosas han cambiado completamente. Tuve que aprender muchas cosas cuando te perdí, tuve que aprender a vivir con tu ausencia, a sonreír sin que tú fueras la razón de esa sonrisa. Y ahora estoy aquí, meses después, sin necesitar que estés a mi lado, que sí que vale, que te quiero, pero como un amigo, bueno incluso más, te quiero como alguien que supo hacerme feliz durante un tiempo, alguien al que quise por encima de mi vida. Pero ahora solo eres un amigo, alguien con el que pasó algo pero ya no pasa nada.

jueves, 18 de octubre de 2012

Tú eres capaz de hacerme sonreír como no lo hace nadie


Y hoy es uno de esos días en los que me gustaría quedarme en casa, metida en la cama, durmiendo para no pensar, para no acordarme de que estas lejos, de que tendré que esperar para poder abrazarte, y no poder hacer nada para evitar esa espera. Hoy toca bajón, ganas de no hacer nada, de no ver a nadie, de no hablar con nadie, bueno, en realidad con alguien sí, contigo. Poner esa canción que tanto me recuerda a ti, nuestra canción. Ponerme los cascos, subir el volumen. Parece que no funciona, no consigo dejar de pensar que no estás, que estoy a kilómetros de tus abrazos, de ti. Parece que en día no se va a acabar nunca, las horas pasan más lentas de lo normal, o al menos eso es lo que a mí me parece. Necesito verte, creo que voy a explotar, estoy aquí sentada en una silla, atrapada entre cuatro pareces. Y aun que salga a la calle, tu seguirás sin salir de mi cabeza, parece que hoy toca extrañarte más de lo normal. 

martes, 16 de octubre de 2012

Out

A veces querría ser invisible, para que nadie pudiera ver donde estoy, o lo que estoy haciendo. Para poder escaparme, para hacer lo que me diera la gana. En ocasiones siento que estoy encerrada, aun que este en la calle, pero es que si no es contigo no estoy a gusto. Empiezo a imaginar que estas ahí, a mi lado, que me abrazas, y me besas, que vamos por la calle agarrados de la mano. Empiezo a ir cada vez más lejos, hasta llegar a ti, hasta empezar a vivir en mi mente todos los momentos que hemos pasado juntos, aun que hayan sido pocos, es como si hubieran sido millones. Estoy fuera, fuera del mundo, de todo lo que me rodea, y de repente ella, me dice eh que te has empanado, y vuelvo, vuelvo a donde estaba al principio, donde en realidad estoy, y de repente, esa sonrisa dibujada en mi cara, se borra, desaparece, como por arte de magia. no estás, no puedo abrazarte, y me doy cuenta de que no puedo sonreír, que ni la bobada más grande conseguiría sacarme una verdadera sonrisa.

lunes, 15 de octubre de 2012

Cualquier lugar puede ser perfecto si estamos juntos

Y en estos momentos me gustaría correr, sentir que soy libre, que nada me detiene, que nadie me pueda decir lo que tengo que hacer. Que puedo huir, que podemos huir juntos, a cualquier lugar, me da igual, si yo  lo único que quiero es estar contigo.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Eres la página en la que e dibujado un corazón y que alguien a pasado sin que me diera cuenta.


Ya está todo claro, ya no estoy en el borde de un precipicio. Bueno, en realidad hace días que me separé de ese extremo. Sabía que ya no estabas ahí, en mi mente, que ya no me gustabas ni estaba enamorada de ti, hacia bastante tiempo que no te echaba de menos, que no me dormía imaginando una historia contigo. Había aparecido alguien que lo cambió todo, que dio un vuelco al mundo, que cortó esa cuerda que me aferraba al pasado, a nuestro pasado, a ti. Si, él, por el que ahora me quedo mirando a un punto fijo, al que echo de menos cada segundo que paso sin estar a su lado. Hace tan solo cuatro días yo iba agarrada a su mano, y me encontré contigo, estabas con una chica, no me acuerdo de su cara, ni de su aspecto, ni de si era guapa, fea o simplemente era normal, sin más. No pensaba lo que decía y no me arrepiento de ello, te pregunté que si ya estabas ligando, suena gracioso, hasta hace un mes cuando te veía a solas con una chica evitaba mirarte, porque sabía que no podría resistir esas inmensas ganas de llorar. Después de hacerte esa pregunta me di media vuelta y me fui, seguía agarrada a su mano, no sé qué pensarías, no sé si te pareció bien o te jodió, tampoco me importa, bueno en realidad sí que me importa, me importa que aprendas a sufrir ¿sabes? Puede parecer que te tenga asco o rencor, aun que rencor puede que sí un poco. Me gustaría enseñarte lo que es ver a la persona a la que quieres agarrada a otra persona, que no puedas mirar porque te jode, pero que tampoco puedas parar de hacerlo porque te quedas con esa imagen plasmada en tu cabeza, que te quedas empanada pensando que esa persona eres tú, y empiezas a recordad cuando tu ibas así por la calle con él, cuando pasaba la gente por delante y te importaba una mierda lo que pudieran pensar. No me duele pensar lo que me hiciste, me duele saber que mientras tú estabas tan feliz ligando con una chica, yo estaba en un rincón sentada llorando por eso, me duele haber hecho que mis amigas tuvieran que ir a consolarme. Ahora me doy cuenta de que tenían razón, de que algún día me olvidaría de ti, yo pensaba que nunca iba a encontrar a nadie como tú, y es verdad. He encontrado a alguien mucho mejor que tú, a alguien que de verdad me quiere, que haría cualquier cosa porque estuviera con él. Quizá no intente olvidarte, te fuiste tú solo, buscaste la primera oportunidad y te largaste, yo seguía aferrada a ti, puede que solo fuera porque me gustaba estar enamorada, me gustaba sonreír si me mirabas. Le había cogido un poco de gusto a eso de enamorarse.

Sales de la nada, y terminas siendo mi todo

“Y yo te agradezco, que borraras mi pasado. Y te doy mil gracias por estar aquí a mi lado… Eres ese amor, el que siempre había buscado, y ahora vivo tan feliz, por haberte encontrado. Porque cada minuto que pasó a tu lado, siento que el momento se hace diferente, porque tú estás presente” 

Llegaste tan de repente, como si el destino hubiera planeado que te conociera, como si estuviera escrito que te iba a conocer, y que ibas a hacerme olvidarme de todo el pasado, y conseguirías devolverme la sonrisa que había perdido hace tiempo. Que me iba a enamorar de ti, y tú de mí, que íbamos a querernos hasta que el sol dejara de brillar. Que borrarías mi pasado, que sacarías de mi cabeza a ese amor que había estado ahí metido durante tanto tiempo. Y ahí estas dándome toda tu vida, susurrándome un te quiero al oído, soñando conmigo todas las noches, eres como ese chico perfecto que había imaginado, pero que pensaba que no existía, esa persona que me quisiera tanto como la quiero yo, que diera la vida por mí. El chico al que me había hartado de buscar. Fin de la búsqueda, ahí estas, esperando para poder abrazarme, queriéndome como el que más, haciendo cualquier cosa por estar a mí lado.

lunes, 8 de octubre de 2012

Aprendi a vivir contigo y ahora no puedo separarme de ti

¿Te acuerdas de cómo empezó todo? De la manera más tonta nos conocimos, si de entre todos los chicos con los que ibas yo solo me fije en ti, tú fuiste el único que hizo que el corazón me latiera más rápido. Pensaba que ya nunca más volvería a verte, que simplemente había sido como un flechazo, pero no de amor, de atracción hacia ti. Pero volviste a aparecer, te acordabas de mí, recordabas de la manera que nos conocimos. ¿Y ahora? Aquí estamos los dos como dos tontos, coladitos hasta las trancas el uno del otro, contando cada segundo que falta para volver a vernos, para poder abrazarnos. Al principio eras como un deseo, mi deseo; alguien que nunca llegaría a tener, si, demasiado perfecto para mi, y hoy estoy aquí echando de menos tus besos, echando de menos esa sonrisa entre beso y beso, esos te quiero al oído.

Me sobra aire, me faltas tu~

Y que putada es estar sin ti, el tener que aguantar una semana para poder abrazarte, para poder estar contigo. Una semana echándote de menos, con unas ganas irresistibles de coger un autobús e ir a verte, aun que volviera el mismo día. Hay veces que siento que no puedo más, que voy a explotar, que me voy a echar a llorar como una tonta porque no estás aquí, porque quiero abrazarte y no puedo. 

Pasaste de ser mi sueño a ser mi necesidad~

Sin que me diera cuenta te has convertido como en un vicio más para mi, algo necesario. Necesito tus abrazos, tus besos, que me mires, me sonrías y me digas que me quieres. Todos los días de mi vida, si cada uno de ellos necesito que estés a mi lado, y no te separes nunca. Que siempre me des un beso de buenas noches y durmamos abrazados durante el resto de la noche. “Aun que me muriera de calor no te soltaría en toda la noche”.

jueves, 4 de octubre de 2012

Me enamoré hasta del calor de tus abrazos~

Pensar que yo estoy aquí, y tu allí, tan lejos el uno del otro. Que sí, que solo nos queda un puto día para vernos, pero es que no me aguanto, quiero que estés aquí abrazándome, susurrándome un te quiero al oído, y que mientras sonría me des un beso. Estar contigo se ha convertido en una necesidad para mi, bueno, en realidad tú te has convertido en mi necesidad.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Tengo ganas de ti, por muy lejos que estes

Esas ganas inevitables de salir corriendo, de escaparme de este lugar para poder estar contigo de una puta vez, para poder abrazarte, para notar tu calor. Atrapada, si esa es la palabra perfecta, me siento atrapada entre cuatro pareces, aun que me dejen salir a la calle, seguiré sintiéndome igual, porque lo único que quiero es estar a tu lado, abrazada a ti. Pueden parecer pocos cuatro días sin verte, pero para mí es una eternidad, para mí son cuatro días interminables, cuatro días queriendo abrazarte sin poder hacerlo. Necesito que te quedes a mi lado para siempre~
Me dijeron que no me pillara por él, pero no se dieron cuenta de lo difícil que es no enamorarte de alguien que consigue hacerte feliz, que sabe como sacarte una sonrisa.

Si no estas dispuesto a hacer locuras no mereces enamorarte

Hasta hace unos días estaba confusa, sabía que quería verte, que necesitaba que me abrazaras, pero me daba vergüenza, si, ya sabes cómo soy, me daba vergüenza ir hasta allí. Pero lo hice, trague saliva y me subí a aquel cuad para ir a verte y ahora mismo no me arrepiento de haberlo hecho, me hiciste sentir como una princesa, conseguiste hacerme feliz, tú fuiste el que logró que me olvidara de aquel amor por el que había estado sufriendo durante tantos meses, tú fuiste capaz de sacarme esa sonrisa de niña pequeña cuando más necesitaba a alguien para que lo hiciera. Me hiciste darme cuenta de que de verdad te quiero, de que no eres un capricho pasajero. Cuando volví lo único que quería es que llegara el viernes para poder estar otra vez contigo, para poder pasarme la tarde entera abrazada a ti. Pero al día siguiente estabas allí, en aquel coche, dispuesto a llevarme a tu pueblo, para que estuviera contigo, para pasar otra tarde entera juntos.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Aposté todo por ti y lo perdí

“Siempre hay un momento en que el camino se bifurca, cada uno toma una dirección pensando que los caminos se volverán a unir, desde tu camino ves a la otra persona cada vez más pequeña. No pasa nada, estamos hechos el uno para el otro, al final estará ella, pero al final solo ocurre una cosa. Llega el puto invierno.”

Te fuiste, y no te diste cuenta de lo que me estabas haciendo, no te dabas cuenta de que yo iba a estar ahí esperando a que volvieras, tenía la esperanza de que te dieras cuenta de que nunca ibas a encontrar a nadie que te quisiera tanto como yo, de que de verdad me querías. Pero pasaba el tiempo y tú seguías sin aparecer, seguías en tu camino, decidió a tirar para adelante, sin acordarte de mí, de todo aquello que pasamos juntos. Todos los días recordaba cada abrazo, cada beso, cada sonrisa. Eras el motivo por el que me pasaba toda la noche llorando. No sabes lo que es echar de menos a la persona que te ha dado la vida, no tienes ni puta idea de lo que es que esa persona por la que lo has dado todo se vaya, se separe de tu camino.

miércoles, 26 de septiembre de 2012


-¿Me das un beso? 
+ ¿Sólo uno?
-Dos si te quedas un rato. 
+Tres y me quedo hasta mañana. 
-Cuatro y te quedas para siempre~

Me sacaste esa sonrisa de niña pequeña, y me enamoraste como a una idiota

Hay veces que pienso que soy una puta gilipollas, ¿Cómo pude caer tan fácilmente? Tenía claro que no me quería enamorar de ti. Me lo dijeron, me dijeron que no me pillara por ti, porque iba a sufrir. Pero es algo inevitable, algo que surge así por que si, sin que ni siquiera te des cuenta. Crees que lo tienes controlado que no va a llegar a más y cuando te das cuenta estas escribiendo su nombre en un cacho de papel, cuando te paras a pensarlo has estado toda la mañana escribiendo frases en tu  agenda dirigidas a él.

martes, 25 de septiembre de 2012

Si, yo también soy adicta a los besos bajo la lluvia.


Hoy ha sido una de esas tardes en las que me gusta quedarme en casa, mirando por la ventana, viendo como la lluvia va cayendo, y en el suelo, en la cuesta que se ve desde mi ventana va resbalando poco a poco hasta llegar al final. Si, hoy ha sido de ese tipo de días en los que me gusta pegarme a la ventana, notar el frio de la calle, el frio que me da la ventana y cerrar los ojos, pensar que estas ahí a mi lado, abrazándome, que estamos los dos juntos ahí fuera, en medio de toda aquella lluvia y que, de repente, me das un beso y mientras, me vayas abrazando mas fuerte, hasta que note como tu corazón y el mío palpitan al mismo ritmo, que te desabroches la chaqueta y yo me meta dentro contigo. Pero de repente abro los ojos y me doy cuenta de que no estás, de que estoy detrás de la ventana y que sin que me diera cuenta haya empañado los cristales al respirar, y sin querer, escribo tu nombre en ellos.

¿Enamorarse?

Puede parecer de tontos, sabes que vas a sufrir, pero aun así lo haces, no puedes evitarlo, es algo que no piensas, que sientes, no puedes decir que no te vas a enamorar nunca para no sufrir, porque llegara alguien que te hará sonreír, que consiga sacarte esa sonrisa de niña pequeña, que haga que te olvides de todo lo demás. Empezaras pensando en él como esa persona que hace que te lo pases tan bien, hasta que acabas enamorada hasta las cejas de él. Que todo, si todo, sin que quede nada olvidado, te guste, hasta el mayor de sus defectos, el que nadie soporta o el que a nadie le gusta. Te perderás en cualquier rincón de tu mente, imaginaras que estas con él, y dejaras de prestar atención, de darte cuenta de las cosas, estas a gusto en tu mundo, ya que es donde puedes estar a su lado, puedes abrazarle... Y cuando estas con él sientes como si volaras, como si no tu vieras los pies en la tierra, como si hubieras viajado a otro planeta, un lugar en el que solo estáis los dos, sin nadie por el medio molestando. 

domingo, 23 de septiembre de 2012

Dejaste de ser el motivo de mi sonrisa

Al fin te vi, necesitaba hacerlo, necesitaba saber si aún seguía sintiendo algo por ti cuando te veía. Y no, no pasó nada, no sentí nada. No me entraron ganas de levantarme para abrazarte, no, nada de eso, fue como un vacío, como que todo se había ido, al fin, todo había desaparecido, se acabo eso de llorar por ti todas las noches, se acabo eso de estar mal días enteros porque te echo de menos. Fuiste como otro más, pero también diferente a los demás. Y aun que no sintiera nada al verte, me recordaba a cuando sí que lo sentía a cuando hubiera matado por poder salir corriendo para abrazarte, por agarrarte cuando te ibas y darte un beso. Cuando todos nos íbamos tú te quedaste allí solo, terminando tu cigarro y no me entraron ganas de quedarme allí, contigo, esperando a que te fueras, para que no estuvieras tu solo.


sábado, 22 de septiembre de 2012

Come back


Estoy como en el extremo de un precipicio, no sé si caer o seguir adelante. He intentado olvidarme de ti miles de veces y nada, parecía como que estuvieras cómodo ahí metido en mi cabeza, haciéndome daño. Hasta que llega alguien que lo consigue, que hace que sonría como lo hacía contigo, con cada bobada que me decías, consigue que te deje atrás en el pasado, que te meta en aquella cajita en la que guardo mis mejores recuerdos. Pero ahora, después de haberte dejado atrás me paro a pensar que siempre dicen que nunca se vuelve a sentir lo mismo, que las cosas solo ocurren una vez en la vida… Yo era feliz a tu lado, si, demasiado, pero te fuiste, te separaste de mi, y yo no veía que tuvieras intención de volver. Y después de que yo te dejara atrás, de que siguiera caminando sin ti, echaste a correr, viniste detrás mío, y ahora estas intentado que vuelva, que no te abandone, yo tenía todo en su sitio, sabía lo que hacía y cogiste y desordenaste todo en mi cabeza otra vez.

viernes, 21 de septiembre de 2012

~


Si me rendí, si lo sé, rendirse es de débiles, de gente que no sabe luchar, o que le da miedo la batalla final. ¿Pero cuánto tiempo más tenía que estar soportando eso? ¿Hasta que tu te cansaras de andar con diferentes chicas? Que aun que parezca que no, todo aquello que hiciste me destruyó por dentro, traspasaste mi muralla, mi muro de defensa, lo rompiste, no dejaste ni rastro de él, y entraste como si todo fuera tuyo y lo destruiste todo como los soldados de Troya, si igual, ¿Qué fácil no? Y después te vas, y me dejas allí en medio de aquella nada que creaste, de aquel vacio, me sobraba aire, me faltabas tu, tu calor. Me dejaste sola, y me toco reconstruir ladrillo a ladrillo aquella muralla, y al fin termine, y tú te quedaste al otro lado. Intente millones de veces olvidarme de ti, y no lo conseguí, pero recordé que todavía mi muralla no estaba terminada, que aun estabas allí observando como yo te echaba de menos.

Y es que el primer amor nunca se olvida~

Hace tiempo que no pienso en tu sonrisa, hace tiempo que mi felicidad ya no depende de la tuya. Cuando recuerdo los momentos en los que estaba contigo no puedo evitarlo, pero de mi sale una sonrisa, se que entonces era feliz, que me importabas y que eras una de las mejores cosas de mi vida. Pero también recuerdo las noches que me pasaba llorando por ti, y recuerdo lo que sentía, y de alguna manera, me da la impresión de que sigues ahí, pegado a mí. Sé que nunca me olvidare completamente de ti, que aun que lo parezca, un pedacito de aquello que sentí por ti sigue ahí pegado con pegamento extrafuerte y no se va a ir nunca.

Creo que ya está claro, sabes cómo hacerme sonreír. Pero tengo miedo, tengo miedo a enamorarme de ti, y que tu no lo hagas de mi, a volver a empezar otra vez, a volver a pasarme noches enteras llorando. Si, es cierto que me hiciste sonreír, como lo hacía él, conseguiste que cuando hablaba contigo lo sacara de mi cabeza, dejara de pensar en él, aun que solo fueran cinco segundos. Y poco a poco has ido consiguiendo que me vaya olvidando de él, de su sonrisa, de su forma de ser, y sin que me diera cuenta la fuiste sustituyendo por la tuya.

Lo siento, puede que pienses que te he fallado, pero recuerda todas las veces que tú me fallaste a mí, recuerda todas aquellas veces que me pase horas llorando por ti.

.

Sin que yo me diera cuenta tú te fuiste quedando atrás, en el pasado, y yo seguí caminando sin ti. Sé que fue duro, si, lo admito, fue como pasar un invierno si calefacción, sin notar el calor, solo frio. Tenía miedo a olvidarte y que luego llegaras y me volvieras a soltar un te quiero y ahí perder la oportunidad de volver a ser feliz a tu lado. Pero continué adelante, seguí caminando, y creo que ya no estás ahí, ya no siento lo mismo que antes.  Ya no escucho música y me quedo dormida creando una historia en la que tú y yo somos felices, ya no estás en mi mundo de fantasía. Ya no me paso toda la noche llorando porque no te tengo, porque no puedo decirte un “te quiero”, porque sé que tu no me contestaras con un “yo a ti también”. Ya no te necesito para ser feliz, ya que parece que solo sabes hacerme sufrir. He dejado de crearme esperanzas de que volverás, porque me canse de acabar siempre llorando.

jueves, 20 de septiembre de 2012

I gave

Y me pregunto que pasara ahora que has perdido a la persona que aun que no te dieras cuenta te defendía, esa persona que hubiera dado su vida por ti, la que le hubiera partido la cara a cualquier gilipollas que se hubiera metido contigo. Que harás ahora que me rendí, me canse de buscarte, de esperarte, de llorar por ti. ¿Me echaras de menos?

Con F de felicidad


Felicidad, sí, eso que sientes cuando sonríes de verdad, cuando en tu cabeza no hay nada más que cosas que sin que te des cuenta dibujan una sonrisa en tu cara, que eres capaz de tirarte horas igual; cuando buscas cualquier tontería para poder reírte. Sabes a lo que me refiero ¿no? Sí, eso que hace tiempo me robaste, y que al fin te dio por devolvérmelo. Llevaba tanto tiempo dependiendo te ti para poder ser feliz que casi no me acordaba de cómo era el ser feliz por una misma, sin depender de nadie. Pero ya se acabo, ya puedo ser feliz por mí misma, ya no dependo de ti.

Ya no necesito tu sonrisa


Cada día pienso menos en ti, cuando me voy a dormir ya no me paso media hora soñando lo perfecto que era cuando estábamos juntos, ya no sueño con el día en el que vuelvas diciéndome que me quieres. Sé que prometí que te querría para siempre, pero aun no he roto mi promesa, se que aun te quiero, puede que no tanto como antes, porque me canse de darlo todo por ti, de apostar aun sabiendo que tenía todas las de perder y acabar en la cama llorando. Aun que aun me aparece aquel nudo en la garganta cada vez que te veo abrazado a otra chica, y sé que esa es una señal, algo que me dice que aun te sigo queriendo, pero también sé que tarde o temprano acabara desapareciendo, acabaras siendo uno más en el mundo. Pero, siempre seré yo la persona que más te ha podido llegar a querer, y cuando lo recuerdes te arrepentirás de haberme dejado ir.


Inseguridad, si creo que esa es la palabra que busco, eso es en lo que estoy metida en estos momentos. Es como si una simple palabra, un simple sentimiento fuera como un enorme agujero del que no puedes salir. Llevo mucho tiempo enamorada de ti, creo que ya ni lo recuerdo, ¿dos años quizás? Sí, creo que era eso. Es tanto tiempo soñando con estar a tu lado, con que al despertarme este abrazada a ti, y que me mires y me sueltes un “buenos días, princesa” como en las películas. Todas, si, todas, y cada una de las noches pensaba en ti antes de dormirme, me trasladaba a mi mundo, a aquel pequeño lugar en el que tu y yo estábamos juntos. Y después de tanto tiempo tú hiciste mi sueño realidad, aquel sueño por el que corría detrás de los abuelitos para pedirte en mi deseo. Y ¿sabes una cosa? Aun pasado todo el tiempo que he pasado tanto contigo, como sin ti, aun recuerdo todo lo que me decías, todo por lo que yo sonreía como una tonta. Pero no se qué paso, todo se fue, todas las risas y todos aquellos te quiero se fueron en un puto mensaje, fue como cuando apagas la luz por la noche, que todo se vuelve oscuro, que te pierdes hasta en tu propia habitación. Y ahora no sé ni lo que siento por ti, no sé si aun sigo enamorada de ti, si de ese chico que para mí era tan perfecto, o si simplemente sigo aferrada a ti porque me encantan todos los momentos que pase a tu lado, porque solo tu supiste hacerme feliz de aquella manera.


-


Lo sé, si lo admito, y lo siento, no debería de hacer promesas de ese tipo. Sé que fue tan solo hace unas semanas o quizás un mes cuando prometí que siempre te iba a querer, cuando te dije que nunca iba a conseguir olvidarme de ti, porque tú conseguiste hacerme feliz de esa manera que yo creía que nunca volvería a serlo. Para mí solo existías tu, tú eras el protagonista de mi cuento, de mi vida, eras como el personaje principal de una película, el más importante; pero apareció alguien, así, de la nada, como si hubiera venido a sacarme de allí, de aquella habitación que estaba llena de fotos tuyas, de recuerdos tuyos. Una persona que me entendía, que sabía lo que era sufrir por alguien que no te quiere de la misma manera, que me hizo sonreír como lo hacías tu. Y poco a poco empezaste a convertirte en otro más, a quedarte en mi pasado, como si te hubieras atado a él, como si te hubieras cansado de caminar y te hubieras parado y yo hubiera seguido adelante.  Dicen que cada mujer derrocha determinadas lagrimas por un hombre, quizás yo ya haya llegado a mi tope.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Convertiste un sueño en millones de lágrimas

Recuerdo las noches que me pasaba llorando por ti, por que echaba de menos que me abrazaras o que me susurraras un te quiero al oído y que abrazaba a mi peluche para consolarme. Si, aun recuerdo aquel día de verano, esa noche en la que te envié aquel privado, diciéndote todo lo que sentía por ti, y que aun sabiendo tu respuesta, me puse a llorar cuando la leí. Por un momento llegue a pensar que aun te gustaba, que aun me querías, pero poco a poco me fuiste demostrando que me equivocaba. Pero yo seguía soñando, seguía teniendo la esperanza de que llegara el invierno otra vez, de que volviera a empezar diciembre, que hiciera frio, y que llegaras tu y me soltaras un te quiero y que a los días después me abrazaras cuando estaba helada de frio. Pero esa ilusión se fue haciendo más pequeña, se hizo como una bombilla, que cuando lleva mucho tiempo usándose empieza a perder su brillo.
Nadie merece tus lagrimas, y quien las merezca no te hará llorar